Comenzaré en el día de hoy esta historia para todos los seguidores del blog TLnovelas. No soy una escritora de guiones profesional, así que por favor, no sean muy duros con sus críticas.
Capítulo 1. Parte. 1
Ciudad de México, Julio del 2008.
Como siempre, amanecía un nuevo día para la familia Sánchez Duarte. Claro, que este no era precisamente un día cualquiera. Toda la familia, se preparaba para recibir a Daniela, hija de don Emiliano Sánchez Duarte, prestigioso y reconocido empresario.
Durante el desayuno con su esposa Esther, ambos conversaban sobre los preparativos de bienvenida.
Esther: -Paquita, te aseguraste de que los arreglos florales estén para la hora que te pedí?
Paquita: -Sí, doña Esther. Personalmente hablé a la floristería y me confirmaron que traerán las flores a la hora en punto.
Esther: -Muy bien Paquita, gracias. Y... sobre el menú que acordamos? También está todo preparado?.
Paquita: -Descuide, doña Esther. La cocina será toda suya en cuanto usted disponga.
Esther: Pefecto! Ya sabes que no acostumbro a cocinar salvo cuando hay una ocasión especial en la familia.
Paquita: -No se preocupe señora. Todo saldrá como usted dispuso. (Le dijo Paquita sonriendo).
Esther: -Así lo espero Paquita. De momento puede retirarse. Muchas gracias.
Emiliano: -Ah caray! Veo que tienes todo bajo control...(Le dijo a su esposa mientras tomaba un sorbo de café).
Esther: -Ya sabes, como me pongo ante acontecimientos, como el de hoy, querido.
Deseo que la bievenida de Daniela sea perfecta.
Emiliano: -Mujer, Daniela estará igual de contenta. Lo importante es que hoy por fin, regresa. Ah! y convertida en toda una profesional (decía con el orgullo reflejado en su rostro).
Esther: -Sí! Durante el tiempo que ha estado fuera, la he extrañado mucho. Bueno, en realidad, la hemos extrañado todos. Pero lo importante es que ya pasó.
Emiliano: -Oye, Esther, ¿ya se despertó Eduardo?
Esther: -Antes de bajar a desayunar, pasé por su habitación y sí, estaba despierto, pero me pidió que lo disculpáramos por no desyunar con nosotros, ya que él lo haría más tarde.
Emiliano: -Está bien. Sólo espero que no se olvide que al mediodía quedó conmigo de ir a buscar a Daniela al aeropuerto.
Esther: -Por Dios, Emiliano, cómo crées! claro que irá. Anda, termina de desayunar que sino, se te enfría el café.
Emiliano: -Eso espero...(Dijo mirando a su esposa no muy confiado).
Aviso para los pasajeros del vuelo DFX-0468 con destido México D.F: Pueden ir embarcando por la puerta 72.
Daniela: Ese es mi vuelo, se dijo Daniela. (Con el boleto en la mano, se acercaba hasta la puerta de embarque, con la ilusión de que en unas horas, estaría de nuevo con los suyos).
Una vez sentada en el asiento que le correspondía, y antes de que tuviese que desconectar su teléfono móvil, aprovechó para llamar a su familia...
Paquita: Residencia de los Sánchez Duarte...
Daniela: Paquita, eres tú? Soy yo, Daniela.
Paquita: Niña Daniela!, que gusto escucharla nuevamente.
Daniela: Muchas gracias Paquita, intenté comunicarme con mi papá a su teléfono móvil, pero no lo conseguí.
Paquita: Su papá no se encuentra en la casa en este momento, pero si lo desea le puedo comunicar con doña Esther.
Daniela: En realidad no puedo esperar, porque el avión está a punto de despegar y he de desconectar mi teléfono. Simplemente, dile por favor, que ya va a salir y que nos vemos en unas horas.
Paquita: Claro! Descuíde niña, yo le digo a doña Esther. Que tenga buen viaje.
Daniela: Gracias Paquita. Nos vemos muy pronto.
Mientras, en la cocina Esther comprueba junto a la cocinera, que todos los ingredientes que necesita para hoy estén listos.
Esther: Veamos: Tomates, La carne fresca...bien, perfecto.
Paquita: Dsiculpe doña Esther.
Esther: Sí, Paquita, dime.
Paquita: La niña Daniela acaba de llamar hace un momento.
Esther: Cómo? Ha llamado Daniela? Y porqué no me pasaste la llamada?
Paquita: La niña Daniela dijo que no podía esperar, sólo me pidió que le avisara que su vuelo ya estaba por salir.
Esther: Muy bien (dijo sonriéndole a Paquita). Todavía dispongo de algún tiempo antes de empezar a cocinar, Paquita, quieres acompañarme a la habitación de Daniela para decorarla con las flores?
Paquita: Claro, señora. Después de usted (le dijo haciéndole una señal para que ella pasara primero).
De camino a la habitación, ambas coinciden con Eduardo.
Paquita: Buenos días, joven.
Eduardo: Buenos días, Paquita.
Esther: Eduardo hijo, tu papá me dijo que te esperaba en su oficina alrededor de las 3 para ir juntos al aeropuerto.
Eduardo: Ee.. Sí, está bien, mamá. Yo paso a su oficina. Ahora, si me disculpas, voy a desayunar porque me mueero de hambre (le dijo mientras le daba un tierno beso en la mejilla).
Paquita: Señora, me disculpa un instante que ordene el desyuno para el joven Eduardo? Si lo desea, continúe usted, yo enseguida la alcanzo.
Esther: Claro, Paquita, ve.
Eduardo: Uyy, ay que ver como me concienten en esta casa. Sólo espero que ahora que regrese Daniela nada más me sigan tratando igual (les dijo las dos simulando cara de niño mimado).
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Hasta aquí, la primera parte del primer capítulo.
Se admiten sugerencias de cómo podrá continuar la historia.
sábado, 6 de septiembre de 2008
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